miércoles, 20 de febrero de 2013

AQUI HAY MATO

Como dice una expresión popular cuando en algún sitio hay más de lo que parece: Aquí hay mato.

Parece que es lo que ha pasado con Ana Mato. Lo más estupido de esta historia es que era evidente que el Caso Gurtel le iba a pasar factura en el momento más inesperado y que la probabilidad de que las tropelias de su márido le acabaran afectando eran superiores al 100%, conocidas o no, consentidas o no por ella .

Sabiendo esto, ¿por qué la nombro Rajoy ministro de Sanidad, matería con la que nunca había tenido contacto?* Será que en el trabajo Mariano prefiere estar rodeado de mujeres. O que los políticos necesitan un cargo (y no solo sobres) para vivir, les va el sueldo en ello.





*Inició su andadura política en Alianza Popular en 1983, como Jefa del Departamento de Autonomías de Alianza Popular y Coordinadora de la Interparlamentaria Popular, cargo ocupado hasta 1987 y que deja para irse de la mano de José María Aznar tras ser elegido Presidente de la Junta de Castilla y León en 1987, quien la convirtió en asesora de su gabinete. Posteriormente fue portavoz del Grupo Parlamentario Popular en RTVE entre 1993 y 1996, y de Transportes y Telecomunicaciones en las Legislaturas V, VI y VII. En 1991, tras las elecciones a la Comunidad de Madrid se convierte en diputada autonómica, cargo que ocuparía hasta 1993, cuando se convierte en diputada nacional al obtener su escaño en el Congreso de los diputados Entre enero de 1999 hasta 2004 fue presidenta de la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología del PP, y hasta 2003 Coordinadora de Participación y Acción Sectorial del PP. Entre julio de 2003 y abril de 2004 fue coordinadora de Organización del Partido Popular. Fue diputada nacional hasta 2004, fecha en la que se presentó a las elecciones al parlamento europeo de ese año, obteniendo su plaza de europarlamentaria por el Partido Popular Europeo.

martes, 19 de febrero de 2013

HACIENDO CAMBIOS: EL PP EN EXTREMADURA

Cuentan que un burocrata que acababa de ser cesado dió tres cartas a su sucesor para ayudarle cuando las cosas fueran mal. Llegado el momento, el hombre abrió la primera carta: "Habla mal de mi, echame la culpa de todo", ese era el consejo a su sucesor. Pasado el tiempo, cuando ya no bastaba con responsabilizar al predecesor, tuvo que abrir la segunda carta: "Haz cambios", decía. Siguió el feliz consejo y durante un tiempo sobrevivió con ello.

Desde luego Monago parece que ha leido la segunda carta, porque cambios estructurales (reales) en el Sistema Extremeño de Salud no ha habido ninguno, pero rotaciones en los cargos directivos escogiendo siempre lo mejor de cada familia y lo peor de cada servicio no ha parado de haber.

Puede ser que, a la vista de la improbabilidad de una segunda legislatura, el PP haya decidido que todos los suyos tengan un cargo en esta legislatura, tarea harto complicada desde luego. O más bien es que Monago no quiere leer la última carta y el último consejo: "Escriba tres cartas para su sucesor".

martes, 12 de febrero de 2013

EL PP SOCIALISTA

Es sorprendente la capacidad que tiene el PP para aceptar las más impresentables proposiciones del socialismo y hacerlas suyas.

En este momento varios jefes de servicio o sección del Sistema Extremeño de Salud han tenido que renunciar a continuar en su cargo o a tomar posesión de él porque se les exige, como en los peores tiempos del PSOE, renunciar a toda actividad privada.

Otro ejemplo, en la Universidad de Extremadura está parado el nombramiento de profesores asociados (concurso convocado en Agosto, es decir, hace 6 meses) porque, después de 24 años, todavía hay que solicitar multiples compatibilidades.

Lo que es peor, si el sueldo acumulado del solicitante, añadido los pocos más de 3.000 euros anuales que paga la Universidad, supera en un centimo el sueldo de un director general se le niega la compatibilidad. ¿Que quieren, profesionales sin experiencia a los que dar un sueldo miserable? ¿O que sean los residentes del hospital los que den las clases?

Esto es socialismo, repartir miseria.

Para este PP no hacían falta alforjas.