miércoles, 24 de julio de 2013

DEUDA HISTORICA: LA GRAN MENTIRA

La discrecionalidad en el uso de los fondos del Estado no es algo nuevo y no solamente los fondos de reptiles. La compra de votos, la compra de políticos o simplemente los propios intereses hacen que se use el dinero de todos para objetivos comprensibles pero injustificables tanto desde el punto de vista social como moral.

Durante años hemos visto subvencionar a los sindicatos por las confiscaciones realizadas en tiempos de la Segunda Dictadura, la que no apoyó el PSOE. Curiosamente estos pagos con fondos estatales beneficiaban tanto a UGT, sindicato existente en 1936, como a CCOO, sindicato fundado casi 30 años después de que acabara la Guerra Civil. Tenemos claro que no había nada que devolver sino mucho que comprar.

El mismo cachondeo o juerga ha habido con la Deuda Histórica de las Comunidades. Andalucia sobre todo, y en menor grado Extremadura, han recibido fondos en base a un maltrato histórico que no se ha podido retrotraer más que hasta el periodo franquista. Y la pregunta que hay que hacer es: ¿Cuando devolverán Sevilla y Cadiz los beneficios obtenidos por el monopolio del comercio con America durante 300 años?

Ahora viene el presidente extremeño, Monago, muy contento de haber obtenido el pago de una nueva cuota de renta histórica, ¿cuantas van? Seguramente esto pondrá muy contenta a Izquierda Unida y, si no fuera por razones políticas, al PSOE. Pero la realidad es que solamente servirá para dar de comer al monstruo de paro público, trabajo encubierto y proliferación de funcionarios y subvenciones que convierten a Extremadura en la última región por ingresos y méritos en España. 

Lo peor es que el PP no tiene ninguna intención de cambiarlo.