Cuando se dice en público que Sara Carbonero va a ser madre soltera se produce inmediatamente una mirada de incredulidad. Pero lo cierto es que, aunque todos sepamos quien va a ser el padre del niño en gestación, no existe ninguna relación matrimonial religiosa o civil entre padre y madre. Son pareja de hecho. lo cual tiene escaso valor legal, y ni siquiera sabemos si están registrados como tal. Podría utilizarse el término novios, pero aparte de sonar ñoño, no cuadra con dos personas talluditas y sin interés en casarse. Hay quien dice el marinovio, que suena simpático. Por supuesto, en el castellano tradicional hay muchas maneras de decirlo que suenan excesivamente fuertes en los medios de comunicación; aunque se podrían utilizar de forma correcta desde el punto de vista gramatical y semántico, pero no lo son para los políticos y sobre todo para los censores que actualmente controlan los medios de comunicación.
Ya lo dijo Sabina. Las niñas ya no quieren ser princesas. Lo que mola es ser madre soltera y preferiblemente premenopausica. De pronto se dan cuenta de que a fuerza de viajes por el mundo y de disfrutar del sexo han olvidado uno de los placeres femeninos, ser madre. A veces es peor, un embarazo tardio es el último intento de recomponer una relación rota en ausencia de un proyecto de futuro. Viajar y holgar no dan para mucho tiempo, si no es cambiando de pareja.
