sábado, 18 de julio de 2015

GRECIA, ANDALUCIA Y EXTREMADURA ¿QUIEN QUIERE ESTAR EN FORMA?

Todo el mundo está de acuerdo en que para poder alcanzar algún tipo de meta  en cualquier sentido hay que hacer un esfuerzo real, quemando grasas (simbólicamente) y procurando estar en forma. No es posible competir en un deporte sin entrenarse. No es posible competir económicamente sin reducir los costes. No es posible mejorar intelectualmente sin hacer un esfuerzo continuo.
 
Esto que está asumido por muchas sociedades no parece afectar al sur de Europa que no quieren quemar grasas sino vivir del cuento con la limosna -aunque se llame de otra manera- que viene del Norte. ¿Pero por que dejar de ser pordioseros si para ello hay que hacer un esfuerzo?
 
Es fácil estar tranquilo. ¿Dónde se vive mejor que en Extremadura?¿Donde vamos a encontrar un pescaito como el de Cai? Es asombroso escuchar a los extremeños como les ha mejorado Ibarra -por ejemplo- consiguiendo que pasen de ser los más pobres de España a seguir siendo los más pobres de España. Como decía Groucho Marx, he logrado pasar de la mas absoluta pobreza a las mas altas cotas de la miseria. Pero como me pagan todos los meses por no hacer nada, ¿para que voy a trabajar?. La ambición no es buena.
 
Pasada la época Monago, el conservador de lo que hicieron los socialistas, volvemos a tener a Vara, el socialista conservador, que ha prometido -lo mismo que en los últimos 30 años han hecho el y su único predecesor- un plan para crear empleo urgentemente. ¿Y si no lo ha hecho en 30 años porque va a funcionar ahora?
 
Primero, no funcionará porque todos los planes de empleo de Extremadura han consistido siempre en lo mismo, poner en una lista todas las inversiones, las subvenciones y demás limosnas que venían de fuera.
 
Segundo, no funcionará porque nadie desea que funcionen. ¿Ponerse los extremeños a trabajar? Perdón, eso ya lo hacen. ¿Ponerse los extremeños a cotizar? ¿Y dejar de cobrar el PER? ¿Y tener que pagarle a Hacienda? Eso déjenlo para los países que quieran competir, aquí estamos muy a gusto sentados.
 
¿Por que será que en los países desarrollados -aunque no se hayan enterado los progres- la obesidad es el problema de los más pobres?

domingo, 8 de marzo de 2015

ANDALUCIA: LA REGION QUE NUNCA EXISTIO

Es sorprendente oir hablar a los políticos, particularmente del partido Socialista, la casta que lleva gobernando la Comunidad mas años que Franco, de Andalucía como patria más o menos chica y como realidad histórica.

Nada más lejos de la realidad. Andalucía como entidad política no existió hasta el infausto año 1982. Por muy atrás que se rastree en la historia es imposible encontrar un antecedente de gobierno regional. En la época romana nunca hubo una provincia -en los diversos repartos que se hicieron durante las épocas republicana e imperial- que abarcase lo que hoy se considera Andalucia ni existió una diferencia para los romanos en los 600 años que estuvieron en la peninsula.Tampoco los visigodos hicieron diferencias al respecto salvo por el hecho de que durante un periodo prolongado de tiempo buena parte de lo que se llama Andalucia Oriental fue propiedad de los bizantinos.

Fueron los arabes quienes dieron nombre a Andalucia, pero cuando usaban la palabra Al-Andalus se estaban refieriendo a todo el territorio peninsular. Ni los emires ni los califas, aunque tuvieran su sede en Cordoba, fueron nunca una estructura de poder regional ni tienen nada que ver con la Andalucia actual salvo en el delirio de algunos personajillos que no conocen la historia de España.

La época de los reinos de taífas vio varios reinos separados y en perpetua discordia ninguno de los cuales fue ni se sintió andaluz. El califato almohade fue solamente un gobierno delegado de un invasor marroquí que afectaba a todo el territorio peninsular por debajo del Tajo. 

Tras la caida de los almohades se dibujaron dos realidades políticas que permanecerían separadas hasta el siglo XX, la Andalucia Occidental por un lado y el Reino de Granada por otro, con escasa relación entre ambas en todos los sentidos y que solo tenian en común el hecho de estar más allá de Despeñaperros y ciertas similitudes en el habla que les distinguían de los castellanos y mucho más entre ellos mismos.

No fue hasta 1982 que los políticos sevillanos consiguieron su sueño de dominar la Andalucia Oriental y comenzar a crear una Comunidad cuya existencia se debe más a la corrupción y a los subsidios que al sentimiento popular. No está de más recordar que el estatuto no fue ratificado ni en Jaen ni en Almeria y solo por la mínima en Granada.