lunes, 13 de abril de 2020

EL FUTURO DE LA SANIDAD EN ESPAÑA DESPUES DEL CORONAVIRUS

Es posible que el único beneficio, por poco tiempo, que podamos sacar de la crisis del coronavirus sea que, por fin, algunas personas han sido capaces de pensar por un momento que lo que tenemos en España NO es el mejor sistema de salud del mundo, por mucho parezca ser gratis. 

De forma muy resumida hay dos tipos de sistemas de salud en Europa, el llamado modelo Bismarck y el llamado modelo Beveridge. El primero se gestó en Alemania a finales del siglo XIX y se basa en la asistencia a través de mutuas o compañías, que tiene carácter obligatorio y universal con pequeñas excepciones, prácticamente es el que se usa hoy en día en toda Europa. El modelo Beveridge fue creado en Inglaterra después de la Segunda Guerra Mundial según la definición: "un sistema de seguros desde la cuna hasta la tumba". La diferencia básica con el modelo Bismarck es que la asistencia universal no tiene excepciones y no se paga a las compañías o mutuas sino que se financia directamente con los impuestos de los ciudadanos. 

Aunque a los españoles se les enseña que el SNS es el mejor y único en el mundo ni siquiera la segunda afirmación es real. Como se habrán dado ya cuenta, copiamos el modelo ingles de los años cincuenta en 1985 mientras que los ingleses reformaban el suyo viendo claramente sus defectos. En Inglaterra los hospitales son públicos, si, pero no pertenecen al estado, son fundaciones privadas (charity organizations) y lo único que reciben del estado es la financiación. No hay consejeros autonómicos ni miles de políticos sin conocimiento a los mandos.

La pregunta es: ¿mantendrá España su sistema de salud actual?

-Si es por los políticos, sin ninguna duda, en caso contrario perderían una fuente de ingreso y colocaciones imposible de recuperar.

-Si es por Europa, seguramente no, las cuentas públicas mejorarían si pasaramos a un sistema europeo tipo Bismarck, Por algo la DKW (Deutsche Krankenheit Versicherung), la mayor aseguradora de Alemania, lleva tiempo tomando posiciones en España.

-La población se dividirá. Las personas con mayores ingresos, salvo los pijo-progres, preferirán una aseguración tipo europeo (en Madrid el 40% de la población tiene seguro privado). En las zonas con bajos ingresos, p.e. Extremadura, donde la medicina privada está poco desarrollada, preferirán seguir con el modelo actual, donde unos trabajan y otros reciben la atención sin esfuerzo por su parte.

-Evidentemente los jubilados y las personas en la recta final de su vida laboral necesitaran que se mantenga el sistema.

-Por todo ello, el cambio debe ser progresivo adaptándose a las circunstancias personales y regionales.

-Lo que está claro es que el sistema actual no atiende adecuadamente a la población como ha quedado claro en la crisis del Coronavirus y, por el bien de todos, deberíamos buscar un sistema efectivo y eficiente que no dependa de decisiones de políticos y que mantenga la cobertura universal sin necesidad de que la sanidad sea una empresa estatal.