Aunque la epoca de Felipe Gonzalez haga pensar que el socialismo español es similar al que existe en el Norte de Europa, nada más lejos de la realidad. Cualquier miembro del grupo bolivariano está más cerca de sus ideas y objetivos. Siguen convencidos de que el problema de Cuba no es el comunismo, sino el embargo americano, y echan de menos la antigua Unión Soviética que les permitía soñar con una alternativa a quienes crearon la "caza de brujas", algo mucho peor que todos los muertos en las purgas del padrecito Stalin.
Cuando llegaron al poder iban directos al camino de Allende (en todos los sentidos) si no hubiera sido, afortunadamente, por el precipitado golpe militar de Milans del Bosch y compañia. Hay que reconocerle a Gonzalez la inteligencia que tuvo para conducir a sus compañeros a comportarse como el partido europeo que ni eran, ni son ni, probablemente, serán nunca.
Gonzalez no intentó nacionalizar la banca, ya había visto el resultado que le dio a Miterrand y los riesgos que el corría en el caso de hacerlo. No tuvo necesidad de nacionalizar las industrias de armamento, ya pertenecían al Estado. Y como ya existía la Seguridad Social creada por el León de Fuengirola imitando el modelo inglés no tuvo más que extremar el modelo aprovechando que no existía compañías de seguros ni hospitales privados que merecieran ese nombre. Había por allí una via española al socialismo. Y lo han conseguido. Si Rajoy quiere acabar con esta crisis, tendrá que acabar con este tinglado, algo que ni los ministros de Aznar ni los consejeros autonómicos de su partido se han atrevido a hacer.